Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar

En tiempos de redes sociales, donde el video es rey, hacer humor en audio es un reto aún mayor. Sin la contundencia de la imagen a la que está acostumbrándose la audiencia, el autor debe emplearse a fondo para hacer una propuesta original, crear una atmósfera y transmitir una idea cómica o satírica. En esta edición, el jurado no encontró un trabajo que cumpliera con esos criterios.

El jurado revisó una categoría con propuestas que sugieren un avance en comparación con años anteriores. Sin embargo, se trata de contenidos que no terminan de concretarse, que se repiten o que recurren a fórmulas predecibles. El humor en video resulta un género difícil, más aún en la intersección entre redes sociales y televisión. Se registra, en definitiva, un panorama relevante sin una propuesta ganadora. Se declara desierto.

Se trata de un texto que sobresale entre tanta obviedad que busca la risa fácil, el chiste manido, el ataque personal con juegos de palabras trillados. El autor, con un estilo muy propio, nos lleva a un sitio en donde preparan su plato favorito, que teme no poder volver a probar. Nos lo cuenta con algo de enfado por tener que revelar su secreto, pero todo sea para que no cierren el entrañable lugar. Un trabajo cargado de mordacidad y de inteligencia. Este joven narrador seguirá dando mucho de qué hablar.